Seguro que muchos de vosotros ya estáis de vacaciones, y algunos afortunados en la playa…
A los que todavía no les ha tocado, os mando este refrescante post, que nos trae algo del mar a la mesa.
Hacer un centro de mesa como éste es tan simple y barato como buscar conchas marinas de distintos tamaños y formas.
Colócalos armoniosamente en lo que te apetezca; en esta ocasión yo he utilizado una fuente de cerámica blanca, que adquirí en Portugal en un mercadillo.
Como quería darle a la mesa un toque natural me ha servido de mantel un plaid de algodón rústico y dos caminos de mesa en el mismo tono crudo.
Por último aquí os dejo unos suculentos platos que encajan perfectamente en el ambiente marinero. Buen provecho!